-
Ya
es la hora de tu baño, te he llenado la bañera con todo lo que te gusta; con tus patitos amarillos, y tu muñeca Mulan.
-
¡No,
no me quiero bañar!, dijo la pequeña
Nerea, estoy limpita tita vez, y
acercándose a su tía para que la oliera el cuello se recogió su pelo negro y liso.
-
Es
verdad que estás limpia, pero hay que
bañarse todos los días.
La
pequeña, se fue sin demasiadas ganas sacándose sus zapatos marrones, con
pequeños corazones a los lados, y sus
calcetines blancos bordados con pequeños
encajes de puntilla, ella prefería mil
veces estar viendo su serie favorita Doráemon en la televisión y disfrutando de su
gran vaso de cola cao, que no bañarse en ese momento, pero la tía María,
era muy seria y no se dejaba engañar por sus trucos.
María
era la hermana pequeña de Vanessa, era profesora de instituto de la asignatura
de latín, como el instituto estaba cerca de la casa de su hermana, la ayudaba
siempre que podía cuidando a la niña.
Ya
en la bañera, María cogió la esponja de la pequeña, y comenzó a lavarla
mientras le contaba las cosas que iban a hacer
mientras sus padres permanecían fuera por trabajo.
-
¿Tita
te puedo preguntar una cosa?
-
No sé,
depende, ¿Qué es lo que necesitas saber?
-
¿En
que trabajan mis padres?
-
Ya
lo sabes, son visitadores médicos los dos. (A María no le agradaba demasiado
responder a las preguntas de su curiosa sobrina, ella siempre le decía que los
padres de la niña eran visitadores médicos, por qué eso era lo que le habían pedido
expresamente que le dijera).
-
No
sé si sabes, que mentir está muy feo tita, y yo ya voy a cumplir siete años y
yo no me creo que mis papas sean eso que tú me cuentas.
-
¿Y
según tu, que son?
-
No
sé , investigadores , brujos de otros
mundos
María
comenzó a reír al imaginarse a su hermana como investigadora, con una gabardina
verde como Colombo, o a su cuñado vestido como el mismísimo mago Marlín.
-
Te
puedo asegurar que no son ninguna de las dos cosas, puedes estarte tranquila.
Ya
fuera de la bañera la pequeña continuó con su interrogatorio, mientras su tía le ponía el pijama de delfines rosas
que tenia y le secaba el pelo con el secador para que no se resfriara.
-
¿Crees
que puedes guardarme un secreto, si te
digo de verdad en que trabajan tus papas ¿serás capaz de no decírselo a ninguno
de tus compañeros?
-
Huy
eso estaría muy bien, sí dímelo, ya sabía que no me podías engañar.
-
Es
cierto me has pillado, tus papas no son visitadores médicos, son policías de la
secreta, pero tienes que guardar el secreto.
-
¿
Crees que podrás hacerlo?.
-
Por
supuesto, que puedes confiar en mí, tienes mi palabra de India piel roja.
Después
de acostar a la niña, su tía María, no paraba de sonreír mientras miraba a su
pequeña sobrina que sonreía imaginándose a sus padres capturando a ladrones
internacionales.
La
puerta del piso se abrió eran los padres de Nerea, que ya habían regresado de
su trabajo.
-
¿Qué
tal se ha portado mi hija?, pregunto
Antonio el padre
-
Bien,
pero no sabéis la fantasía que tiene, me ha dicho que no se cree que vosotros
trabajéis de visitadores médicos.
-
¿Y
tú que le has dicho?
-
Pues
nada me he inventado que sois policías secretos, se ha acostado muy feliz.
-
Vuestra
hija , tiene una imaginación desbordante
-
¡Cómo
si tuvieras una profesión secreta, yo no lo iba a saber!
Los
padres se miraron y con una mirada extraña, acompañaron a la puerta a María.
-
¡Por
los pelos!, por un momento pensé que nos habían descubierto.
-
¡ La
niña es más lista que el hambre!, dijo
Vanessa
Ya
en la cama, con el pijama ya puesto, y a punto de meterse en la cama, los
padres comenzaron a hablar.
-
Antonio,
creo que ya es el momento que se lo expliquemos a la niña.
-
A lo
mejor ya nos puede acompañar y todo, es que no me fio de que vaya a haber algún
problema, por seguir callados tanto tiempo.
-
No
sé, como se le dice a una hija, que tus padres no trabajan precisamente en tu ciudad,
ni en tu país, ni tan si quiera en el mismo planeta.
-
Esto
es más complicado de lo que parece, pero hay que decírselo dijo Vanessa.
Al
día siguiente ya en el desayuno mientras comían tostadas con mermelada de
frambuesa y zumo de zanahoria, leche y fruta. Se dispusieron a hablar con su
pequeña, ya era el momento que habían estado esperando después de tantos años.
-
Nerea,
¿qué tal te lo pasaste con la tita ayer?
-
Muy
bien, por cierto que ya sé, vuestro gran
secreto.
-
¿A
sí, ya lo sabes?
-
Sí, claro he descubierto que sois policías de
la secreta.
-
Mira,
papa y yo te queríamos preguntar una cosa, ¿te apetecería acompañarnos hoy a
nuestro trabajo?
-
¿Pero
hay pueden ir los niños?, pregunto la pequeña, muy sonriente.
-
Por
supuesto, a nuestro trabajo sí.
Después
que se vistiera con un chándal azul con camiseta de Mickie Mouse y zapatillas a
juego , y su cantimplora del mismo tono.
Nerea ya estaba más que preparada para conocer el trabajo tan divertido
que tenían sus padres, y que ella como buena hija demostraría que podía guardar
silencio y no desvelar a nadie.
-
¿Has
visto nuestro reloj?, pregunto el padre
-
Sí,
claro como todos los días.
La
madre se acerco y abrió la puerta de cristal del gran reloj de madera que
tenían en el salón y con las agujas marcó las tres de la tarde.
-
Mamá,
no son las tres de la tarde, son las cuatro.
-
Confía
en nosotros no te preocupes que todo saldrá mejor de lo que te esperas, debes
confiar en tus padres.
-
De
repente , cuando iba a marcarse un minuto y la pequeña esperaba que como
siempre que apareciera el sonido del
pájaro, escucho una voz metálica de ordenador.
-
Contraseña
de hoy: 3, 17,24 30
Los
padres abrieron otra puerta muy extraña, que ella jamás había visto y marcaron
esa numeración. Al abrirla vio como dentro se encontraba unos pasadizos, muy estrechos con telarañas,
que dejaron sin palabras a la niña.
De
repente llegaron a una puerta gris, con una cerradura magnética que se abrió
con la tarjeta de los dos, primero la pasó la madre y más tarde el padre.
Al
abrirla, vio una moto amarilla enorme en la que cogían los tres, dentro de una
pequeña guantera, vio un mapa que no entendía demasiado bien. Se abrió una
puerta roja, que había en el techo, la
moto o lo que creía que era una moto
comenzó a volar y a travesar la puerta.
-
Agárrate
fuete, que no quiero que te caigas.
-
¿No
sois policías verdad?.
-
¿qué
comes que adivinas?, rio el padre
-
¿Entonces
en que trabajáis?
-
Mira
somos científicos de la nasa, hace unos diez años , cuando Marte se acerco
bastante al sol, descubrimos que había un planeta nuevo que nos mandaba señales
de socorro , su nombre es Benjamín.
-
Nos
lo mandaban porque, allí los adultos , los marcianos más mayores se estaban
muriendo, y no quedan ya ninguno , y solo hay pequeños y diminutos Benjamines
que no tienen quienes los cuiden.
-
Desde
la Nasa , les ha dado mucha pena sacarlos de su planeta, así que tu mama y yo
vamos todos los días a cuidarlos.
-
¡Vaya
, que interesante!
Al
cabo de la hora , llegaron a lo que parecía una nube verde claro , que
desprendía un delicioso aroma a menta, que impregnaba toda la ropa. La pequeña
reconoció ese olor, era el olor, que olía todos los días cuándo sus padres
regresaban y le daban el beso de las buenas noches.
Cuando
llegaron, había una multitud de pequeños
Benjamines, que son prácticamente idénticos a los humanos, salvo que tienen dos
pequeñas antenitas, que terminan en estrellas
en las puntas.
-
¿Quién
es esta niña tan guapa?, ¿es vuestra hija?, pregunto un pequeño de la misma
edad que la hija de ellos, y que respondía al nombre de Darius.
-
Sí,
es nuestra hijita , dijo Vanessa.
-
Es
que hemos, pensado que ya es el momento de que nos ayude a cuidaros.
-
En
nombre de los pequeños Benjamines, te damos la bienvenida hija de nuestros
cuidadores, mi nombre es Eulania.
-
Te
entrego esta bolita de carne, en señal de la felicidad que tenemos de que hayas
venido por fin, llevábamos mucho tiempo esperándote.
Los
diminutos Benjamines, le mostraron el planeta Benjamín, la pequeña reconoció
sus juguetes y ropa vieja, que supuestamente eran dadas a personas que no
tenían recursos.
Isra,
era un pequeño benjamín , muy guapo y simpático , tenía el pelo rizado y de
color castaños , unos enormes ojos color miel y unas preciosas antenitas azules
en la cabeza.
-
Mi
nombre es Isra , y soy el delegado del planeta , me nombraron tus papas, para
que vigile a los otros Ben, cuando ellos no están.
-
Vaya
es muy interesante, yo soy su hijita.
-
¿Me
puedes enseñar tu planeta?
-
Claro,
no te preocupes
Vanessa
y Antonio, mientras estaban repasando las tareas de los pequeños Ben y
supervisando la gran casa en la que vivían, que se parecía a una gran colmena
de abeja, pero de muchos colores.
-
¿Eráis
muy pequeñitos cuando mis papas vinieron?, pregunto Neréa.
-
Yo
no lo recuerdo, pero según me han contando, apenas si éramos unas criaturas.
-
Oye,
aquí se está muy bien, por lo que veo está todo muy bien montado.
Y
así era, era un pequeño planeta tierra en miniatura, eso sí, con la ventajas de
no tener lo malo que tenemos los humanos, ya que no tenían contaminación.
Nerea
se lo estaba pasando bomba, Isra, le enseño el parque de la diversión, que era
una réplica al parque que tenía al lado de su barrio, tenia de todo; tobogán,
sube y baja, una casita de madera para jugar.
La
niña, no para de reír, imaginándose como seria eso de pasar un día entero en
ese planeta tan divertido.
Cuando
de repente su padre Antonio, la llamo para decirle que tenían que volver de
nuevo a casa y que ya volvería otro día.
-
Ya
nos veremos en otro momento, ¿vosotros tenéis colegio también?
-
Sí
claro, tu papa y tu mama nos ponen muchas tareas, nos tienen que educar a
todos, para que cuando seamos mayores no los necesitemos.
-
¿y
si os portáis mal quien os riñe?
-
Isra,
comenzó a reír, mira ¿ves ese ojo que hay encima de la colmena?-
-
Sí, claro,
pues saluda te está viendo Samanta que vive en Texas, trabaja en la Nasa, y
ella nos vigila junto con su equipo en vuestro planeta, allí ve si nos portamos
mal y luego nos castiga.
-
¡Ala,! dijo la pequeña.
-
Otra
pregunta antes de que me vaya, ¿ también os obligan a lavaros todos los días?.
-
Claro,
por supuesto, hay que lavarse todos los días, aquí en el planeta Benjamín somos
muy limpitos y aseados. Mira lo bien que huelo yo por ejemplo, se acerco y le
dijo que le oliera el cuello , como ella le había pedido la noche anterior a su
Tía María.
Después
del interrogatorio, volvieron por donde habían venido, y regresaron a su casa.
-
¿Qué
te ha parecido nuestro trabajo?, le pregunto la madre
-
Muy divertido, es muy divertido.
-
Pues
si te portas bien el sábado iras a verlos y a jugar con ellos, nosotros
regresaremos mañana como todos los días.
-
Pero
por favor , no se lo cuentes a nadie , porque todo el mundo querría ir a
conocer a ese planeta que es tan parecido a la tierra.
-
¿Nunca
lo vais a contar?.
-
No,
de momento , no , a lo mejor cuando sean muy mayores ellos mismo podrán decidir
si quieren que todo el mundo lo sepa.
Ya
en su cama la pequeña Nerea, juntaba sus manitas y recitaba sus oraciones como
todas las noches a partir de ese momento en que conocía la existencia de los
Benjamines los incluiría en ellas.
Por
la noche, no paraba de moverse en la cama, no conseguía conciliar el sueño,
pensando quien cuidaría de ellos. Ella era pequeña aún y siempre que se iban
sus padres a trabajar venia su tía o
Concha la cuidadora.
¿Y
si les pasaba algo?, ¿y si se ponían
malitos? , ¿o les daba miedo algo como a ella le daba miedo el payaso que tenía
en frente?.
Nerea
no podía seguir con esa incógnita, cogiendo su pequeña linterna roja,
decidió ir ella misma a averiguarlo.
Sus
papas dormían en la habitación del fondo,
y todavía estaban en el mismo día, así que la contraseña continuaba
siendo la misma.
La
pequeña la marco, ya que ella tenía muy buena memoria.
Abrió
la puerta con las dos tarjetas magnéticas, que había cogido de las mesitas de noche del dormitorio de sus
padres.
Llego
donde estaba la moto amarilla, y pulsando los mismo botones que había visto
pulsar horas antes a su padre, comenzó a volar
Cruzó
la nube verde clara, y volvió a disfrutar del olor a menta.
Como
era comprensible, estaba todo en silencio, ni un ruido, ni una mosca se
escuchaba en el pequeño planeta. Nereá paso, casa por casa, haciendo una revisión exhaustiva de
todo ellos, los que estaban destapados los arropo, como hacia su madre todas
las noches con ella.
-De
repente, apareció Eulania , ¿Pero tú qué haces aquí?, le pregunto alarmada,
mientras acariciaba con su mano izquierda un antiguo peluche de ella.
-
Me he escapado, he venido para ver si estabais bien, ya me iba.
-
¡La que se va a liar!, ¿Tú no sabes que por la noche, no puedes venir a vernos?
-
¿Por qué no?
- Tus papas no te lo han contando todo, los
adultos de este planeta no se murieron, se quedaron dormidos en un sueño muy
profundo, se desconoce cuándo se van a despertar.
-
Y si tenéis a alguien que os cuide , ¿Para que necesitáis a mis padres?.
-
Tus papas, al igual que Samantha y todos
los de la Nasa , no saben la verdad de todo nuestro mundo.
-
Nuestro mundo no era tan maravilloso como lo es ahora, los mayores no sabían
que existíais vosotros los terrestres, cuando lo descubrieron , decidieron
atacar y robar todos vuestros recursos naturales.
-
Nuestro Emperador Wilfredo, era un ser bueno y bondadosos incapaz de dañar a
alguien sobre todo si estos no lo han hecho antes.
-
Se reunió con su equipo, y tomo una decisión , nos dormirían a todos , para que
con la llegada de Martes a vuestro Sol , no se pudiera ver a nadie, ni nosotros
pudiéramos veros a vosotros , de esta forma todo pasaría.
-
El no contaba que nuestro organismo era distinto al de los mayores, y que nosotros no nos
dormiríamos.
-
Por las noches, cuando hay ruido, comienzan medio sonámbulos a despertarse,
para prepararse para atacar a los humanos.
-
Esto me está dando mucho miedo, dijo la niña , aquello ya no parecía tan
divertido.
De
repente comenzaron a escucharse unos pasos, unos ruidos , la pequeña Benjamin
la cogió de la mano y la llevo a su habitación de la colmena.
-
Schuss, le dijo mientras le tapaba la boca a su
amiga.
-
Espera
ahora no puedes todavía salir, se dan una vuelta y si no ven nada raro, vuelven
a su escondite.
-
¿Dónde
has dejado aparcada la moto?
-
En
una esquina cerca de vuestra casa, ¿Por qué?.
De
repente se escucho un ruido uno de los mayores, Darcos, tropezó con la gran
moto amarilla, esta se calló al suelo.
Cómo
todo el mundo sabe no es bueno despertar a ningún ser que es sonámbulo, ni tan
siquiera a los adultos Benjamines. Los adultos en este planeta recibían el
nombre de Trib, eran seres enormes, altos y muy fuertes, con cara de pocos
amigos y sus ojos eran de color rojo fuego.
Darcos
, que era uno de los más malvados rujio como si fuera un animal furioso, y
comenzó a olisquear para ver si encontraba a la humana.
-
Rápido
dame la mano, le dijo Eulania, tenemos que ir a hablar con Isra, a ver qué
hacemos.
-
¡
Tengo mucho miedo!.
-
Tenías
que haberlo pensado antes, tendrás que
ser fuerte, porque esto no ha hecho nada más que empezar.
Mientras
en la casa de la pequeña, sonó el despertador como siempre, a la vez como todas
las mañanas se escuchaba el ruido que hacia las llaves mientras abría la
puerta, era María , que venía a llevar a la niña como todas las mañanas a su
colegio.
-
Ya
estoy aquí, dijo como siempre.
En
ese momento Antonio y Vanessa, se pusieron sus zapatillas , cuando escucharon
un grito enorme, que les hizo ir rápidamente al dormitorio de la niña.
-
¿Qué
pasa? pregunto la madre
-
¿Dónde
está la niña?, ¿dónde está?, pregunto María
-
Estará
arreglándose , seguro , ¿dónde iba a
estar si no?.
-
Desireé,
¿Dónde estás?, gritaron los tres , pero no obtuvieron respuesta.
La
madre se sentó, en la silla marrón que tenía en el comedor, y comenzó a sentir
que le faltaba la respiración.
-
Mirad
, lo que he encontrado en su habitación. Es una nota extraña, no la entiendo. -Dijo la tía de la pequeña-
-
Dice
que no os preocupéis que ha ido a visitar a los Benjamines, que vendrá dentro
de poco que no os asustéis.
-
¿ qué
está pasando aquí?, pregunto la tía
Antonio
, cogió el teléfono y comenzó a marcar doce números , tres más que la
numeración habitual y empezó a hablar en Inglés de una forma acelerada.
-
¡
No, podemos esperarnos a las tres , para que nos digáis la contraseña!, mi hija está allí , y a saber que ha podido
ocurrir.
Se
dirigió al reloj, y marco la numeración que le estaban dictando por teléfono,
cuando termino, empezaron a temblar todas las lámparas que había, en el salón y
el armario se abrió ante la asombrada mirada de María.
Allí
aparecieron dos personas, el hombre era de raza negra , era africano, que se presentó con el nombre de Amós, y una
mujer de raza blanca , y de nacionalidad americana que respondía al nombre de
Samantha.
-
¿Qué
es lo que ha pasado? Pregunto Antonio
-
Ya
os explicamos, la importancia de guardar el secreto, tu hija está metida en un
buen lio. Dijo Amos
-
Cuándo
la traigamos, más vale que vayáis buscando otro trabajo, porque estáis despedidos.
-
¿Nadie
me va a contar lo que está pasando?, pregunto María.
-
La
respuesta es clara, le dijo Vanessa , mi marido y yo , trabajamos para la Nasa y cuidamos de
que un planeta este bien, la niña se ha ido sin consultarnos nada.
-
Bien
, ya que estas aquí, es mejor que nos acompañes, cuantas más personas mejor.
Esta
vez pasaron por otro pasadizo, allí les esperaba un gran coche descapotable de
color rojo.
Samanta
abrió el capot, allí tenía un arsenal de armas, cogió una pequeña y se la entrego a María.
-
Sera
mejor que tengas esto, va cargada ten cuidado.
María
cogió el arma y la guardo en su gran bolso blanco, no tenía ni idea dónde se
estaba metiendo.
Entraron
en el coche, Amós marco unas coordenadas en un ordenador y el coche comenzó a
volar.
Mientras
en el planeta, las pequeñas fueron a buscar a Isra, que estaba estudiando ajeno
a lo que estaba ocurriendo, para un examen de lengua para el día siguiente.
-
Isra,
sal tenemos que hablar contigo, dijo la pequeña Ben.
-
¡Hola!,
¿Tú qué haces aquí?, no, no me lo digas, has venido sola.
-
Sí,
ha venido sola y a parte se han despertado estos, y no están especialmente
contentos.
Isra
,cogió su telescopio de última generación que le habían regalado de la Nasa,
y miro para comprobar con sus propios
ojos, si era cierto lo que le estaban contando las dos amigas, la verdad es que
era aún peor. Se estaba formando un ejército, buscaban a la humana, para cogerla y utilizarla como rehén.
-
Lo
acabo de oler, dijo Ralph, huele a humana y a humana pequeña.
-
Ella
será nuestra llave, para nuestra victoria dijo Momo.
-
¡Pequeña!,
ven estamos deseando de conocerte, dijo Ulin, con tono burlón.
-
Ulin,
era uno de los más malvados, y el hermano de Wilfredo.
-
Me
están llamando, dijo la pequeña estoy asustada, tengo miedo, comenzó a llorar amargamente,
me tenía que haber quedado en casa.
-
No
es el momento de llorar, dijo Isra, no sé cómo pero te sacare de aquí, yo soy
el hijo del emperador Wilfredo, y pertenezco a la sociedad de los amigos del
planeta tierra. Tenemos que reunir a todos los benjamines y expulsar a los
adultos de aquí, no tiene porque ocurrir nada malo.
Eulania,
cogió sus manos y las utilizo como altavoz y comenzó a cantar , su sonido era
idéntico al sonido de los cantos de las
sirenas, todos los pequeños Ben los escucharon , sabían que la señal esta ,significa que estaba ocurriendo algo
horrible, cada uno en su casa cogieron flechas, y tirachinas, todas las armas
que encontraron.
Y
salieron de sus casas de forma silenciosa y llegaron a la casa de Isra.
-
Este
es el plan, no son tantos, y no están tan espabilados como creen.
-
Tenemos
que ir a palacio a despertar a mi padre,
el nos ayudara a encabezar la guerra.
-
Sí
todos vais a luchar por nosotros los de la tierra, yo no voy a ser menos dijo
Desireé.
-
¡Todo
por la libertad del planeta!
Los
Trib estaban furiosos, por fin materializarían su plan, tenían que robar
nuestros recursos, su planeta era
idéntico a todo en la tierra, salvo en su tamaño solo mil millones de
kilómetros cúbicos, habían destruido todo el planeta, mal gastando agua,
contaminando los ríos, y destruyendo toda la vida no Ben del planeta. Aunque
los de la Nasa habían conseguido reconstruir en estos diez años bastante del
planeta, todavía quedaban bastantes cosas por resolver.
No
era una casualidad, que los Benjamines fueran idénticos a los humanos, hace muchos , muchos años ,
aprendieron la técnica de la clonación humana, los benjamines eran híbridos de
trib y de humanos, pensaban utilizarlos traerlos a la tierra , y conquistarla
poco a poco.
Pero
su plan había fracasado, el emperado Wilfredo consultando el espejo del futuro
se había enterado de sus planes. Ahora con él fuera de combate, podrían buscar
a la niña humana que sabían que estaba en su planeta.
Justo
en el momento en que estaban pensando,
Rudy uno de ellos sintió un fuerte golpe en su enorme espalda.
-
¿Quién
ha sido?.
En
ese instante comenzaron a salir flechas, detrás de las rocas , estaban armados todos los Ben. Cuándo ya
parecían hundidos, y que el día comenzaba a llegar de nuevo para el
planeta. Momo la única Trib hembra,
cogió del brazo a la pequeña Nerea y se la presento al consejo.
-
Excelente
trabajo, aquí tenemos a la niña llave que nos llevara a nuestro triunfo.
-
No,
no , os llevare a ningún sitio.
Cariten,
acarició su pelo con su mano negra, uñas
largas y desagradables, mientras le echaba su mal aliento.
-
¡Oh
, que asco!, hueles peor que una patata podrida. ¿No os han enseñado a lavaros
los dientes?.
El
trib, se sintió muy ofendido, la niña lo había puesto en ridículo delante de
sus amigos y compañeros que no paraban de burlarse de él.
-
Eres
un ser maloliente, dijo Alqui , je,je , que divertida es la humana.
-
¡
Cállate!, yo te daré una buena lección , y cuándo podamos vencer, te hare mi
esclava y sabrás como se paga una ofenda.
Isra,
había ido corriendo al castillo a ver a su padre, apenas si lo recordaba
vagamente.
-
¡Papa!,
papa, ¿Dónde estás?, te necesitamos.
-
Aquí
estoy, acércate.
Wilfredo
apareció ante su hijo, era verde como el color del cielo y las nubes de ese
planeta, tenía un rostro sereno y amable.
-
He esperado mucho tiempo este momento, dame un
abrazo.
Padre
e hijo se abrazaron durante unos instantes, pero pronto recordó para que había
ido allí.
-
Tienes
que ayudarnos, hay una niña pequeña humana aquí, y quieren atraparla.
-
¿ la
niña llave?.
-
¿La
niña llave?, ¿Qué es eso?, no, yo te hablo de Nerea.
-
Según
el espejo mágico, vendrá una niña de la tierra que nos devolverá la prosperidad
a nuestro planeta.
-
No
creo que sea Nerea, tiene que haber un error.
-
Ahora
no importa llévame donde están, yo lo solucionare.
Mientras
Vanessa, Antonio, María , Samanta y Amós, estaban intentando encontrar a los
pequeños ciudadanos del planeta.
Habían
llegado a la casa colmena, pero la habían encontrado abandonada , no había
nadie.
-
¿Dónde
se habrán metido?. Dijo Antonio
-
Espera
, que voy a mirar en mi portátil , que es lo que ha pasado.
-
¿ Un
portátil?, ¿os parece ahora el mejor momento de eso?. La verdad no os entiendo,
no sé qué clase de gente sois.
Samanta
abrió su portátil gris metálico y metió la contraseña, ahí estaba lo que había
pasado, ante sus atónitos ojos, vieron como los Trib, habían capturado a la
pequeña Nerea.
-
Se
la han llevado al antiguo Palacio, ese desde dónde recibimos las señales de
socorro.
-
Vámonos,
estoy desando darle una buena lección a esos extraterrestres. Dijo María
Los
Trib llevaban a la niña dentro de palacio para que la oscuridad que había
dentro les permitiera seguir con su plan adelante, si conseguían estar dos días
seguidos dentro del castillo, su organismo por si sólo eliminaría el líquido
que hizo que se durmieran todos.
Llegaron
a palacio en una esquina estaban , Maria, Vanessa, Amós, Antonio y Samantha,
cerca todos los Ben preparados para atacar.
El
Trib Cariten sujetaba con fuerza a la
niña, que no paraba de patalear intentando defenderse, María recordó la pistola
que le había entregado Samanta, ella sabia como nadie jugar al tiro al plato ,
esta vez se superaría.
-
¡Ahhhhhh!,
grito el Trib enfurecido , la bala había dado en su gran brazo, soltó a la
pequeña esta comenzó a correr , Momo soltó una cuerda y salió una red del techo
y atrapo a la niña.
-
-
¿Con quién creéis que estáis jugando?, soltad las armas.
-
Soltarlos
dijo Wilfredo, soy vuestro emperador y
lo ordeno.
-
Tú
ya no eres nada, dijo su hermano Ulin , nada hermanito , tienes que unirte a
nosotros y erradicar a los humanos , si no son ellos , somos nosotros.
-
¿A
caso piensas que ellos no lo haría?, cada vez me asombra más tu inocencia.
-
No
sé si ellos lo harían o no , pero lo que si tengo claro, es que no es la
solución en atrapar a la niña.
-
La
niña es la llave según decía la profecía del espejo, una hembra joven vendrá y
su inocencia y dulzura de amor inundara de nuevo al planeta y de ella nacerá el
mayor de los científicos que se han conocido jamás y hará que nazca un mundo
sin contaminación.
-
Sí,
pero no has dicho la segunda parte, aquella que traerá la alegría , traerá
primero la pena y la desolación.
En
ese momento la pequeña Nerea abrió la red en la que estaba atrapada, se había
llevado de casa la linterna roja, y con la tapadera de la batería la había
roto.
-
Os
parecéis muchos a los humanos, pero no sabéis hacer las cosas bien.
La
niña corrió y se fue con su familia, del cuello la cogió un Trib llamado Analdo
era el más grande y feo de todos.
-
Suelte
a mi sobrina, suelte a mi sobrina le digo.
-
Yo
que usted le haría caso , dijo Desireé en el instituto la llaman la Rambo y no
quiera saber por qué.
Los
ojos de María se llenaron de furia y como si fuera un ser débil y sin fuerza ,
cogió y le dio una gran patada en la barriga como si fuera una experta
karateca.
-Deberías lavarte los oídos, para cuando yo te
hable.
Vanessa
se abalanzo hacia Momo, la cogió de los pelos y la choco contra su cabeza,
dejándola inconsciente.
Antonio
le dio un puñetazo en la barbilla al hermano de Wilfredo , mientras Amos le
sujetaba por detrás.
Samanta,
se acerco al cabecilla de los trib y con su portátil se lo estampo en la cabeza
.
-
¿Quién
quiere más?, preguntó Nerea
-
Será
mejor que salgáis de aquí , dijo María mientras les apuntaba con su arma, no me miréis así, se controlar a adolescentes
peores que vosotros, no me preocupáis en absoluto.
Los
llevaron a la cárcel de ellos, era sucia y fea.
-Vanessa
paso la mano por los barrotes, ¡mira que sois cochinos!, no me extraña que os
hayáis cargado el planeta.
-
Wilfredo , dinos que debemos hacer con los trib, no se puede quedar todo como
si nada.
-
Esta bien, mételos en la nave carcelaria, se pasaran al menos diez años dando
vueltas alrededor de planeta , a ver si de esa forma aprenden la lección.
-
A mi no hermanito , a mi no, ya sabes que soy tu hermano y que te quiero mucho.
-
No has dicho antes que yo no soy ni tu emperador ni nada, te vendrá bien.
Después
de meterlos en la nave y que Wilfredo tomara su antídoto se disponía a despedir
a los visitantes, cuando Nerea decidió preguntar algo.
-
¿de
verdad yo soy la llave?
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Míralo
tú misma, y llevándolos a una sala vio un espejo inmenso, Wilfredo cogió la
mano de la pequeña y la puso dentro, y se vio en un laboratorio llena de tubos
de ensayo.
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No,
lo entiendo , ahí no hay ningún bebe.
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Fácil
, no son demasiados inteligentes, la llave no eres tú, es tu inteligencia , el
equipo que traerás contigo a este planeta.
Así
fue como volvieron a su casa, todos por el reloj , ya en casa todos se
presentaron formalmente.
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Lamentablemente, no podemos permitir que
suceda de nuevo algo parecido a lo que ha ocurrido , lo sentimos pero le
tenemos que despedir.
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Lo
entendemos , dijo Vanessa, ya este sitio no me parece un lugar seguro , será
mejor que nos mudemos.
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Tenemos
que cuidar de la niña, ya conseguiremos el trabajo de un modo u otro.
Sonó
el teléfono de María, era de su instituto , casi lo había olvidado no se había
presentado en toda la mañana.
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¿Se
puedes saber por dónde te encuentras? , le grito muy enfadada Marina la jefa de
estudios.
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Esto
es un instituto privado, y no podemos permitir unas faltas tan grandes de disciplina,
no te molestes en venir a trabajar mañana.
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Yo
también me he quedado sin trabajo, dijo María con las lagrimas en los ojos ,
otra más en la familia que no tiene donde caerse muerta.
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No
importa dijo Amós, Samantha y yo hemos
visto lo valiente que eres y queremos que te vengas a trabajar con nosotros a
los Estados Unidos.
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Me
encantara, la verdad es que hoy me he
divertido mucho.
Ya
en la cama Nerea, no podía dormir estaba asustada aunque ya no necesitaba ni el
peluche, ni dormir con la luz encendida.
Llamo
a la puerta de su dormitorio y pidió a su mama y a su papa , si se podía
acostar con ellos en la cama.
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Claro
vente para acá cariño, aquí en medio con papa y con mama.
Mientras
dormían los tres abrazados, Vanessa abrió los ojos sus ojos eran rojos como el
fuego.
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