viernes, 12 de julio de 2013

Capítulo 3-Los inventos de los hermanos Carrols

-        CAPITULO III
-        LOS INVENTOS DE LOS DOS HERMANOS CARROLS

Lo que Margarita vió nunca lo había visto jamás.  Había muchísimas flores de muchos colores a punto de abrirse, con lo que esto significaba. Nuevas  vidas, nuevos llamises que proteger y querer.
-¿Puedo acercarme a la rosa blanca? Susurró con voz suave Margarita.
- Sí, claro que puedes acercarte. Le contesto Dorio
Margarita se acercó puso su oído, y escuchó los latidos del corazón de un nuevo ser que estaba a punto de ver la luz del mundo de los dos soles. El sonido era hipnótico, casi para entrar en trance.
-        No es solo eso. También tenemos más cosas. Mira alárgame esa escoba azul que tienes a tu izquierda, dijo Dorio.
-        Fíjate, me monto y con el motor que lleva por dentro puedo volar  por todos sitios. Le explico mientras se montaba el mismo Dorio.
Y así fué como pudo volar sin magia por toda la sala, ante la asombrada mirada de Margarita, que por primera vez estaba llorando desde que había acabado la guerra.
-        Sigue faltando lo de la invisibilidad. Tendremos que tener cuidado, pero está muy bien, pero que muy bien todo. Dijo Margarita.
-        Mira; Esta tela se llama Metaflex. Puede hacer que la luz se doble entorno a ella, haciendo que el ojo de cualquier ser vivo no lo vea. Le comentó Azucena y  se lo puso a la propia  Margarita en la mano derecha, para de esta forma demostrarle que no estaba mintiéndole. Ella pudo ver como su mano se volvía totalmente invisible. Era vivir con magia pero sin ella.
-        ¡Es estupendo!, ¡maravilloso!, no paraba de repetir Margarita. De repente ese momento tan maravilloso se rompió con el sonido de unas campanillas , que son el aviso de que las flores van a abrirse.
Aparecieron llamises pequeños, de todas las razas, ¡eran preciosos! y se pusieron a llorar todos a la vez. Como no estaban muy lejos de palacio llevaron todos los bebes allí en una sala habilitada para ellos. ¡Fue maravilloso!, todavía lo recuerdo.
Ya habían  pasado cinco meses, y todo el mundo estaba reconstruido. Margarita tenía su propio despacho con secretaria. Dorio y Azucena eran  consejeros de Ciencias Fantásticas.
Margarita y Dorio habían contraído nupcias en el reino. Fue un enlace precioso. Ella iba con un vestido de color azul cielo, con un collar de perlas del mismo tono, estilo muy romántico ,y falda de bailarina. Y el cabello teñido para la ocasión también de color azul , como el vestido de novia.
 Cuando llegó al palacio nosotros estábamos esperándolos, ya que aquí nosotros los reyes somos quienes realizamos estas ceremonias, llegó el momento de entrega de los objetos símbolo de la vida en común: Comenzaron cuando  ella le entregó, como es costumbre unos zapatos del mismo tono que llevaba el vestido la novia, y él con un gran chaqué, que fue muy criticado por los presentes ya que era de estilo muy humano de color morado muy suave, pero Dorio era así lo mismo te encontraba la solución para reconstruir el mundo sin magia, que  lo  que dijera alguien a sus espaldas, al él le traía sin cuidado. Le entrego unos magníficos zapatos de tacón, que había hecho fabricar por nuestro mejor zapatero que respondía al nombre de Daniel.
Luego llegaron los votos, y ella dijo:
-        Yo te entrego estos zapatos, a ti para que juntos   hagamos un camino juntos de respeto y de amor.
-        Yo, Dorio, te entrego a tí Margarita Lima estos zapatos, para que tú con ellos seas mi compañera, desde el respeto y el amor.
El siguiente objeto es un diamante fabricado con el pelo de cada uno de los contrayentes, y es entregado al otro en forma de collar.
Esta vez, comienza el último que ha hecho el anterior obsequio.
-        Yo, Dorio, te entrego este diamante de color morado, que simboliza la prosperidad de nuestra unión y la pureza de la misma. Dijo emocionada Margarita.
-        Te entrego este diamante de color azul y este otro naranja, porque  los dos, somos tan diferentes como estos colores pero sin embargo no podemos separarnos. A Margarita le temblaba la voz de la emoción infinita que estaba sintiendo en ese momento.
-        Ahora nos toca a nosotros, dijo el rey Paz. Nosotros estamos muy contentos de lo que está ocurriendo hoy. Dos grandes llamises que se aman y que  van a comenzar a recorrer el camino de la vida juntos.
-        Yo, la reina Concordia, me siento plenamente feliz. Ahora puedo mirar nuestro mundo. Ya  hace más de cinco meses de nuestro calendario astral,  puedo decir que  ya está totalmente reconstruido.
-        El amor ha llegado a vuestros corazones, como esta reconstrucción. Poco a poco , pero con cimientos sólidos e imposibles de destruir.
-        Ahora coged vuestras manos y decid estas palabras que vienen en el pergamino que os entrego.
Margarita comenzó,  no sin antes pararse , unos breves instantes.
-        Yo ,Margarita, te tomo a ti ser de vida de la naturaleza y de la magia, delante de todos los presentes que están en este reino y de los que no están. Me comprometo a trabajar para que nuestra convivencia no decaiga en la rutina, para que cada día busquemos una cosa positiva del otro antes de ir a dormir.
-        Yo, Dorio, te tomo a tí ser de vida de la naturaleza y de la magia delante de mis familiares y los presentes que están aquí y los que no lo están. Me comprometo a quererte y saber el valor que tienes como llamise, a luchar porque nuestra convivencia sea agradable, y  que los momentos que no sean felices siempre tengas un hombro en el que apoyarte.
-        Nosotros ,dijeron a la vez los reyes os declaramos  compañero y compañera de camino del amor, os deseamos que seáis completamente felices.
Después del enlace se marcharon de viaje a un valle precioso que está muy a lo lejos  de la ciudad que rodea a mi palacio. Se llama el Valle de los enamorados. Es uno de los lugares más bellos de mi mundo, porque los paisajes están llenos de colores. Allí estuvieron un mes de descanso muy merecido. Cuando finalizaron yo les regalé una hermosa casa de dos plantas, la de arriba naranja y la de abajo de color morada.
Todo iba bien, llegaron las estaciones, la del abrigo, la de la melancolía, la de las flores y la del calor, y así hasta cuatro veces.
Mi mundo era cada día más prospero, más feliz. Era un sueño hecho realidad. Hasta ese maldito día, del mes de géminis del año 2000.
Lo tengo clavado en mi corazón.  Todavía ,a día de hoy ,no lo he podido superar.
Un buen día los trolls más pequeños estaban jugando, cerca de donde se encuentra el muro que separa el mundo humano del nuestro,  pesar de que ese  lugar está prohibido, ellos  fueron, no les culpo no hay que darle más vueltas.

-        Crisis, coge el balón que vamos a jugar a este deporte tan chulo, que se llama el balón en la mano.
Acto seguido el pequeño troll Crisis lo cogió y con gran fuerza se lo lanzó a su hermanita Lia.
Sin darse cuenta ,el balón rozo con fuerza una parte del muro y lo rompió.
-        ¿Y ahora qué hacemos?, preguntó la hermana llorando.
-        No te preocupes, no se lo diremos a nadie, intentaremos arreglarlo nosotros mismos. Si mal no recuerdo aquí había objetos de los humanos. Podríamos coger este bote y taparlo.
-        Ese bote que estaba en esa parte escondido era altamente tóxico.  No llegué nunca a saber por que cuando recuperamos la magia no fue destruido como yo le pedí a Igor que se había convertido en mi más fiel secretario.
-        Después de coger dos palas y tapar el agujero se marcharon a su casa sin confesar su fechoría.
En Palacio trabajaba la madre de los Trolls, que respondía al nombre de Zaduquea. Cuando volvió al palacio al día siguiente, y se incorporó a sus tareas en la cocina, al no saber nada manipuló los alimentos con sus manos ya contaminadas.
Ya en palacio estábamos comiendo Paz y Margarita, Dorio y yo, cuando  paso lo que paso. Dorio comenzó a ponerse muy  pálido, su pelo se volvió blanco como la nieve y sus ojos cambiaron de color y se convirtieron en negros. Aquí esto es muy mala señal, significa que la vida te está abandonando.
-        ¡Dorio!, ¡Dorio!, ¿qué te pasa?, preguntó Margarita,
Yo corrí y fui a mi habitación. Allí tenía mi maletín verde para emergencias. Paz me acompaño, yo le pedí que lo trajeran a mi cuarto, estuve poniéndole todos los medicamentos que tenía a mi alcance, pero Dorio no contestaba a nuestras llamadas, cada vez estaba más débil. Margarita no se separaba de la cama le cogía la mano, el olor era nauseabundo, entonces lo reconocí; era un virus altamente peligroso, llamado PESTE MORTAL.  
Yo era inmune, pero nadie de los que estaban en esa habitación podía decir lo mismo.  Primero murió Dorio, luego Paz y por último no puedo escribirlo ,porque todavía me duele el pensarlo mi amiga Margarita.
 Llamé a Igor, (los trolls son inmunes a ese virus, yo tengo sangre trolls, por eso he podido sobrevivir aunque mi aspectos es de somnus). Paz lo sabía pero jamás le importo, y mis amigos habían muerto.
-        No te preocupes, dijo Igor, tenemos que llevarlos a la villa de la vida, allí deben entregar su esencia para que nazcan otros llamises.
-        No, quiero a otros llamises, los quiero a ellos. Respondió Concordia mientras miraba con los ojos vidriosos al stroll.
-        Tenemos que ir, dijo Igor. Me has oído tenemos que ir, queda muy poco para que reciban una despedida decente.
Los llevamos en una maquina que había inventando Dorio. En un momento llegamos, soltamos sus cuerpos inertes y sin vida.  Igor sabía lo que tenía que hacer  lo había visto hacer mil veces, Azucena. No paraba de llorar y estaba totalmente hundida, no solo se había muerto su hermano , sino también su mejor amigo.
-        Igor se  acercó y con su gran mano atravesó el cuerpo de ellos, primero el de Dorio. No es desagradable, porque es como si metieran la mano dentro de un muro invisible, no hay sangre y por supuesto no hay dolor. Extrajo una semilla morada,  y me la entregó.Hizo lo mismo con mi amor Paz y luego cuando iba a hacerlo con Margarita, le pedí hacerlo yo, ya tenía en mis manos las tres semillas. La que era de Dorio le pertenecía a su hermana, y la de Paz a mí, ¿Quién se quedaría con la de Margarita?
-        ¿Alguien sabía si tenía familiares? Pregunto Azucena
-        No, no tenía a nadie, murieron todos en la guerra. Le contesto Igor  con profunda tristeza.
-        Yo me la quedaré. Ahora sólo tenemos que coger tierra de aquí después de enterrar los cuerpos. Le dije mientras contemplaba con tristeza sus semillas en mis manos.
-        Ya en palacio no soportaba el dolor inmenso de esas pérdidas. Ya estaban plantadas las semillas a la espera de que nacieran nuevos seres.
-        Un día recogiendo las cosas me encontré el tinte que usaba Margarita para poner esas tonalidades a su pelo. Me lo puse y también su ropa y sus gafas, de esa forma la tenía más presente.  También en el cuello los tres collares colgados.
-        Salí a la calle , ya estaba más fuerte, Azucena me llamó. Esa misma tarde nacerían los pequeños llamises.
-        Al abrir la puerta se asusto mucho. Parecía que había regresado Margarita de entre los muertos y que la reina Concordia hubiera sido quien hubiera muerto ese día.
-        ¿Qué has hecho con tu pelo y con tu ropa? Le pregunto Azucena, mientras la miraba de arriba abajo dudando de la cordura de Concordia.
-        Ya no quiero ser reina. Ya no me sirve de nada mi cargo. No tengo al llamise a quien amaba, ni tengo a mis amigos. ¡Ojalá hubiera yo estado en su lugar!.

-        Sonaron unas campanitas. Era la señal de que las flores se abrirían. De una de ellas nació un llamise muy blanquito y con los ojos muy rasgados, al que decidí ponerle por nombre Nancio. Provenía de la semilla de Paz,  de la semilla de Dorio nació una llamise a la que la propia Azucena Mandarina, le puso su nombre y luego de la flor de Margarita nació mi adorada Agatha.
Ahora no hay reyes en mi mundo. Sólo un consejo formado por siete sabios, que dirigen muy bien el mundo de la felicidad completa.
Yo me dedico a cuidar de mis pequeños llamises, y a ser maestra en un colegio de las criaturas mágicas.

Siempre que me miro el cuello y veo los collares recuerdo lo feliz que fui esos años con los mejores llamises que han existido jamás. Me pongo muy triste, pero en ese momento, alguien tira de mi vestido .Son mis tres pequeñuelos que viven juntos, ya que Azucena ha formado su propia familia  y ahora ama a  Igor y es muy feliz.

Están muy atareados con el negocio del inventor errante que han puesto. A Dorio le habría encantado ver que sus inventos se ponían a la venta.


Algún día, cuando pase el tiempo, les confesare la verdad, pero hasta que llegue ese día, para ellas, y para mi mundo seguiré siendo, Margarita Lima.


Ya han pasado más de diez años, desde que ellos se fueron. Mis pequeños llamises crecen fuertes, y alegres ajenos a la verdad del origen de su existencia.

Aquí, nosotros jamás criamos a nuestros propios hijos, salvo que seas otro tipo de criatura mágica, y no un llamisé o un somnus.

Normalmente, cuando vas viendo que tu vida va llegando a su fin, redactas una carta y la entregas al rey o la reina que este en ese momento gobernando.  Si da el visto bueno el ser al que  tú has elegido para que se quede con tu criatura, es el único que de este modo puede quedarse su custodia.

Pero no siempre esto es de esta manera. A veces ocurre, que no hay nadie que se pueda encargar de ellos, entonces van al colegio de la Sirena Cecilia, que es una magnifica maestra y los cuida  hasta que alguien va a adoptarlos.


Una mañana del día veinticuatro del mes de piscis, cuando estaba cambiando las sabanas de las camas de mis pequeños, por otras limpias, las sabanas de ellos son del mejor raso, me gusta mimarlos y cuidarlos. 

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